Alfred Hitchcock

Parece ser que el inventor de la cornamusa se inspir— ante la visi—n de un hombre que llevaba bajo el brazo un cerdo furibundo y asm‡tico. Desgraciadamente el sonido creado por el hombre nunca ha obtenido la pureza del sonido obtenido por el animal.
Alfred Hitchcock

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *